Una división es un evento de mercado en el que una empresa decide dividir sus acciones existentes en múltiples acciones de acuerdo con una cierta proporción, es decir, 1: 5 ó 1: 3. Por ejemplo, si la relación es 2: 1, el accionista tendrá 2 acciones por cada acción que posea anteriormente.
Como resultado, el valor de cada acción se reduce en la misma proporción para compensar el aumento artificial de valor, mientras se mantiene el mismo valor general.
La forma en que respondemos a una división es ajustando la tasa de apertura original de la posición afectada para reflejar las nuevas tasas después de la división y asegurarnos de que todos los cálculos de ganancias posteriores sean correctos.
Como resultado, el valor de cada acción se reduce en la misma proporción para compensar el aumento artificial de valor, mientras se mantiene el mismo valor general.
La forma en que respondemos a una división es ajustando la tasa de apertura original de la posición afectada para reflejar las nuevas tasas después de la división y asegurarnos de que todos los cálculos de ganancias posteriores sean correctos.
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